Cuando queremos comenzar a meditar solemos encontrarnos varios obstáculos. Queremos que sea la práctica perfecta (sin pensamientos raros de preferencia), en el horario ideal, sin ruido, en una postura estóica; queremos que sea una práctica fácil, es decir, sentarnos, cerrar los ojos, “vaciar la mente” por un rato y abrir los ojos llenos de energía renovada y bienestar.
Es importante preguntarnos hasta qué punto la imagen perfecta de alguien meditando ha sido interiorizada, porque aunque parezca obvio, muchos de los juicios que hacemos hacia nosotrxs mismxs tienen que ver con comparaciones e incluso con desconocimiento de lo que la meditación es.
Así que aquí te comparto algunos tips para meditar que pueden ayudarte:
- Si no tienes un banco para meditar o un safu, ¡medita sobre un cojín!
Cuando medites en el piso o sobre tu cama, no lo hagas sin altura. Tu espalda se va a cansar mucho si no tiene espacio para estar erguida. Usa los cojines o almohadas que necesites para encontrar una postura cómoda. Puedes colocarte una cobija debajo de las rodillas para no lastimarlas. Cualquier dolor físico será una distracción en tu práctica, así que ponte cómodx. Si esta postura con piernas cruzadas es muy complicada para ti, puedes sentarte sobre una silla con tus pies en el piso.
- Procura meditar en el mismo lugar.
Elegir un espacio para tu práctica puede ayudar mucho a crear el hábito de meditar, además, cada vez que te acerques a este espacio que elegiste sentirás una invitación a observarte.
- Planea felixiblemente tu práctica.
Ten claro cuántas veces a la semana vas a practicar, incluso puedes agregarlo a tu agenda y poner una alarma 5 minutos antes para que puedas pausar lo que estés haciendo y dirigirte a tu espacio de práctica. Si un día las ocupaciones no te permitieron meditar, dedica tres minutos antes de dormir a hacer una micro práctica.
- Constancia vs tiempo.
A veces pensamos que si no meditamos 1 hora al día o no lo hacemos diario, no vale la pena esforzarnos. Pero esto es una GRAN trampa de la mente.
Es mejor tener prácticas realistas y adaptadas a nuestra vida que tratar de adaptar la vida a la práctica. En este sentido, puedes hacer una práctica de 5 a 10 minutos todos los días y aun así estar creando un beneficio importante en tu mente.
En otras palabras, es mejor meditar diario 10 minutos que 1 vez a la semana por una hora. La constancia es más importante.
- Establece retos en tu práctica.
Cuando te sientas listx, comienza a aumentar tu tiempo de práctica poco a poco, o aumenta una práctica por día, es decir, puedes meditar los mismos 5 minutos pero hacerlo por la mañana y por la noche. Se vale ser creativxs.
- ¿Crear un ritual para meditar es necesario?
No, no es necesario pero puede ser un buen apoyo. Es decir, no necesitas prender un incienso y vela, no necesitas vestirte de cierta manera ni hacer nada especial para practicar. La práctica está ahí, disponible para cuando la quieras hacer. Ahora, si para ti es un apoyo crear un ambiente especial para meditar y eso es un ancla que te arraiga en tu práctica ¡bienvenido el ritual!
- Observa las expectativas que tienes en tu práctica.
Probablemente has tenido varias meditaciones “ideales” en las que todo fue fácil, el cuerpo no te distrajo, la mente estuvo calmada y tocaste momentos de atención plena maravillosos, ¡yo también! Sin embargo, es muy importante observar las expectativas con las que llegamos a la práctica: si estamos esperando que la meditación nos relaje y nos lleve a un estado sutil de bienestar, esto puede ser un gran distractor o causar rechazo si la experiencia del momento es diferente.
- ¿Se recomienda tener una intención antes de practicar?
Crear una intención es un bonito ritual en las prácticas de yoga y en varios estilos de meditación. En la meditación mindfulness las intenciones deben ser cuidadas para no crear expectativas o forzar la experiencia a algo en específico, por ejemplo, una intención que crea expectativa seria: “que mi meditación me llene de paz y tranquilidad” o “que tenga claridad en mis pensamientos”. Por otro lado, una intención más neutral y que fomenta la actitud mindful podría ser: “que pueda estar presente en mi experiencia tal cual es” o “que por los próximos minutos de práctica pueda observar mi respitación tal y como es”.
Estas recomendaciones son solo eso, no es un lineamiento y te invito a cuestionarlas y a crear tus propios apoyos para meditar. También es importante alcarar que estas recomendaciones son desde el punto de vista de la práctica de mindfulness, existen muchas otras disciplinas que sí piden al practicante ciertas formas de sentarse, colocar las manos, vestirse y prepararse.
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Gracias, estar presente es la base, o la intención que me gusta.